Autor: Jean-Luc Fromental y Joëlle Jolivet
Editorial: Kókinos
El día 1 de enero, un mensajero llega a casa de una familia normal trayendo consigo un paquete misterioso. Una vez abierto, el paquete resulta ser un pingüino.
La familia lo adopta como mascota. Los niños son felices alimentando a ese amigo inesperado. Pero al día siguiente llega otro pingüino, y al tercero otro, y al cuarto otro más, y así uno cada día hasta que al cabo de la primera semana la familia ya tiene siete pingüinos que cuidar y alimentar.
De momento, es divertido: los niños les buscan nombres y juegan con ellos todo el dia. Pero la cosa continúa... A final de mes ya hay treinta pingüinos. A los dos meses ya no hay quien soporte tanto pingüino suelto por la casa. Hay que ordenarlos y hacer muchas cuentas para atenderlos a todos...
De hecho, el número de pingüinos se sigue incrementando a razón de uno por día a lo largo de todo un año y ya nadie lo encuentra divertido: hay pingüinos en la ducha, en la cama, no paran de hacer ruido cuando se ponen nerviosos... sin contar que cada uno come 2,5 kilos de pescado diarios.
En resumen: la situación es insostenible hasta que la noche de fin de año llega el tío Víctor-Emilio, un activo ecologista, les explica la razón de tal invasión pingüina. El cambio climático está derritiendo los polos y los pingüinos no tienen otra salida.
Esta plaga de pingüinos provocará las risas de grandes y pequeños. Un libro que roza el absurdo, pero con un transfondo de realidad, al que se le puede sacar mucho jugo. A través de él podemos reflexionar acerca de la necesidad de cuidar la naturaleza, utilizarlo para trabajar las matemáticas (para el ABN es perfecto) o para hacer ver a los niños la importancia que tiene la organización para no volverse loco (genial también, el guiño adulto al sistema de ordenación de Ikea).
Imagen obtenida de aquí |
Bonus Track: No se si todas las ediciones, pero al menos la mía, cuenta con un calendario de adviento muy divertido sobre el cuento. No tiene "año", así que se puede utilizar todos los diciembres.
Cada día abrimos una ventanita para descubrir un pingüino y vamos sumando...
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